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Sistema excretor             
  La actividad de las células origina la formación de sustancias 
  nocivas que tu organismo debe eliminar. Este problema se soluciona con la absorción 
  de unas sustancias, que se pueden volver a utilizar, y con la eliminación 
  de otras al exterior.
  La eliminación de sustancias nocivas se lleva a cabo a través 
  de cuatro vías: por la respiración, por el sudor, por las heces 
  y por el aparato urinario.
  Este último es el aparato excretor propiamente dicho, que está 
  formado por un complejo órgano, los riñones, y por los uréteres, 
  la vejiga y la uretra, que constituyen las vías urinarias.
  El aparato urinario o excretor filtra la sangre y elimina los residuos del metabolismo, 
  es decir, de las transformaciones que experimentan los alimentos que hemos tomado 
  hasta que se convierten en sustancias asimilables.
  Las células obtienen así la energía necesaria para llevar
  a cabo sus funciones y las sustancias nocivas, a través de la sangre, 
pasan a los riñones.  
 
  
Agua y orina                          
  La principal función de la orina es eliminar las sustancias tóxicas 
  o de desecho producidas durante el metabolismo.
  Algunas de estas sustancias, como el nitrógeno producido
  por el metabolismo de las proteínas, serían muy peligrosas si 
  se acumulasen en el organismo.
  Por tanto, el nitrógeno que ha de ser eliminado forma, con el ácido 
  úrico, la principal sustancia de desecho que compone la orina: la urea. 
  Pero la orina se compone en su mayor parte de agua y, además de urea, 
  contiene diversas sales. A través de la orina también eliminas, 
  por ejemplo, los residuos de los medicamentos que tomas cuando estás 
enfermo.
COMPOSICIÓN DE LA ORINA
  Agua .......................................95%
  Sales minerales...........................2%
  Urea y ácido úrico..................... 3%
El agua es un medio de transporte que 
  recorre todo el cuerpo formando parte del plasma de la sangre. Es una sustancia 
  vital para tu organismo porque interviene en todos los procesos de nutrición 
  de las células.
  No te extrañe saber que eliminas un promedio de 1,5 litros diarios de 
  orina aunque no bebas mucha agua, ya que la mayor parte la ingieres con los 
  alimentos (¡casi el 90 % de una manzana es agua!).
      La sangre, elemento esencial
  En el trabajo realizado por las Células para nutrirse con los componentes 
  básicos de los alimentos que ingieres se producen residuos. Los hidratos 
  de carbono y las grasas se transforman en dióxido de carbono y agua, 
  y las proteínas,; en nitrógeno, fósforo, azufre, etc.
  La sangre se encarga de transportar las sustancias tóxicas originadas, 
  como amoníaco y sales, cuya acumulación sería muy peligrosa 
  para tu organismo.
  Son los riñones los órganos que habrán de eliminar de la 
  sangre estas sustancias perjudiciales. Para ello, la sangre entra por las arterias 
  renales y, a través de una red de vasos y capilares sanguíneos, 
  se dirige a las nefronas de cada riñón, que purifican una gran 
  parte de la sangre separando de ella el exceso de agua, la sal, la urea y, otras 
  sustancias de desecho que forman la orina.
  La sangre-filtrada vuelve al corazón a través de la vena cava 
  inferior y luego, a los pulmones, donde se oxigena nuevamente.
 
      ¿Por qué tenemos sed?
  El correcto funcionamiento del aparato urinario requiere 
  un equilibrio en el volumen de agua contenido en tu cuerpo, por lo que si tienes 
  sed es un aviso del organismo de que debes reponer esa pérdida. El "centro 
  de la sed" está en el hipotálamo, en el cerebro, que provoca 
  el deseo de beber y envía órdenes a los riñones para que 
  estos retengan más agua y se elimine menos orina.
  Diversos estímulos activan el hipotálamo: la sequedad de la boca, 
  el calor (por eso en verano tienes más sed), y los gustos dulce y salado, 
  ya la glucosa y el sodio que contienen respectivamente, los alimentos muy dulces 
  o salados atraen al interior de los vasos sanguíneos parte del agua de 
  las células El hipotálamo también actúa cuando la 
  vejiga origina una serie de estímulos nerviosos, y entonces el cerebro 
  envía las órdenes precisas para que abra el esfínter externo 
  y se contraigan las paredes.

Los riñones                                         
  Los riñones son dos órganos de color rojo oscuro y de forma parecida 
  a una habichuela, de unos 12 cm de longitud, que están situados en la 
  cavidad abdominal, a la altura de las últimas vértebras dorsales.
En cada riñón 
  se pueden distinguir las siguientes partes:
    . Cápsula exterior, recubre el riñón 
  y es de color blanquecino.
    . Zona cortical: parte externa, lisa y de color amarillento.
    . Zona medular, parte interna, de color rojizo. Presenta 
  10 o 12 estructuras piramidales, las pirámides de Malpighi, cuyos vértices 
  o papilas se orientan hacia el interior del riñón.
    . Pelvis renal: parte del riñón que comunica 
  con el uréter; es un receptáculo donde se agrupan unas pequeñas 
  bolsas llamadas cálices, que recogen la orina que sale de las papilas.
    . Glándulas suprarrenales: no son una parte del 
  riñón, sino dos glándulas endocrinas, es decir, que producen 
  hormonas, la cortisona (regula sobre todo el metabolismo de los hidratos de 
  carbono, las grasas y las proteínas) y la adrenalina (regula el funcionamiento 
  del corazón y la dilatación o contracción de los vasos 
  sanguíneos).

Corte del riñon
Uréteres                                                    
  El organismo ha de desprenderse de las sustancias nocivas a través de 
  un sistema de conductos excretores o vías urinarias.
  Los uréteres, órgano inicial de las vías urinarias, son 
  dos conductos, de unos 25-30 cm, que unen cada uno de los riñones con 
  la vejiga. 
  Sus paredes están formadas por dos capas:
  . Capa mucosa: recubre su parte interna.
  . Capa muscular, su tejido muscular liso permite que el 
  uréter pueda contraerse y, mediante movimientos peristálticos, 
  impulsar la orina hacia la vejiga.
  El extremo superior del uréter es la continuación de la pelvis 
  renal de cada riñón, y el extremo inferior comunica con la vejiga, 
  donde queda almacenada la orina.
Vejiga
  La vejiga es un órgano muscular elástico, ubicado en la parte 
  inferior del abdomen, cuya función consiste en almacenar la orina que 
  desciende por los uréteres.
  El tejido muscular que la forma le otorga una gran elasticidad para que sea 
  posible retener un considerable volumen de orina, unos 300-350 cm3.
  En la vejiga hay dos músculos, llamados esfínteres, que impiden 
  la salida de la orina hasta que la vejiga está llena.
  Un esfínter se encuentra dentro de ella, alrededor del orificio de la 
  uretra, y el otro está en la uretra, unos 2 cm más abajo. Este 
  segundo esfínter, o esfínter extremo, es el que podemos contraer 
  a voluntad.
  La distensión de la vejiga cuando está llena provoca la contracción 
  del músculo y la relajación del esfínter interno. Si, de 
  forma voluntaria, relajamos el esfínter extremo, entonces la orina desciende 
  por la uretra.

Corte de la vejiga
Así funcionan 
  los riñones                          
  La nefrona es la unidad funcional del riñón (hay más de 
  un millón de nefronas en cada uno). En cada nefrona existen numerosos 
  vasos sanguíneos que se ramifican hasta convertirse en delgadísimos 
  capilares. Cada red capilar rodea un corpúsculo esférico, de 1 
  o 2 décimas de milímetro, llamado glomérulo de Malpighi, 
  que está recubierto por una membrana o cápsula de Bowman.
  La sangre entra en la cápsula por una pequeña arteria y se distribuye 
  por la red de capilares sanguíneos del glomérulo.
  A través de las delgadísimas paredes de los capilares, la sangre 
  se desprende del agua y de las sustancias nocivas que contiene.
  La sangre limpia y filtrada es recogida por venas cada vez más grandes, 
  hasta desembocar en la vena renal, y de ésta, a la vena cava inferior.
  El agua y las sustancias de desecho pasan a través de la delgada cápsula 
  de Bowman y entran en un conducto que sale del glomérulo, el túbulo 
  contorneado proximal, pasan por un tramo curvo o asa de Henle, y continúan 
  por el túbulo contorneado distal, que confluye en un conducto más 
  ancho, el túbulo colector. Los túbulos colectores se empalman 
  entre ellos en las pirámides para formar los tubos papilares y transportan 
  la orina a los extremos de las papilas; los productos de desecho se recogen 
  en la pelvis renal, de donde descienden a la vejiga a través del uréter.
Uretra
  Las uretras masculina y femenina son diferentes debido a la distinta estructura 
  de sus órganos de reproducción.
  La uretra masculina es un conducto de unos 18 cm de longitud destinado a conducir 
  la orina y el líquido espermático al exterior. En ella se abren 
  los conductos eyaculadores y termina en el meato urinario del glande.
  La uretra femenina tiene una longitud de 3-4 cm y comprende desde la vejiga 
  hasta el orificio inferior o meato.
Diálisis
  La función que realizan los riñones filtrando la sangre es fundamental 
  para mantener la composición y el volumen de sangre y para eliminar las 
  sustancias nocivas del organismo.
  La prevención básica para un correcto funcionamiento del aparato 
  excretor consiste fundamentalmente en dos normas:
    . Ingerir una cantidad suficiente de líquido para 
  facilitar la eliminación de sustancias tóxicas. Habrás 
  notado que bebes más en verano: esto se debe a que has de compensar la 
  pérdida de líquido por el sudor.
    . Seguir una alimentación variada que complete 
  la ingestión de líquidos.
  En caso de insuficiencia renal grave, las sustancias tóxicas que deberían 
  eliminarse quedan retenidas en la sangre; por lo que ha de recurrirse a la diálisis 
  o al trasplante de un riñón.
  La diálisis es un procedimiento de depuración artificial de la 
  sdangre mediante un aparato que separa los desechos del metabolismo fuera del 
  cuerpo del enfermo: gracias a un sistema de filtros, la sangre deja sus impureza, 
  que pasan a un corriente de agua las que disuelve y arrastra.